Si estamos siempre corriendo para completar tareas urgentes, probablemente significa que estamos teniendo problemas para administrar el tiempo, para identificar prioridades, o adquiriendo el hábito de posponer las tareas.
¿Qué podemos hacer para estudiar mejor?
- Tratar de crear un lugar –en lo posible fijo– para estudiar, con los elementos necesarios.
- Reconocer que estudiar es tan importante como las necesidades y requerimientos de los demás. Establecer límites a las interrupciones.
- Diseñar un horario personal de trabajo y utilizar un calendario visible. Para esto puede ser útil:
- elaborar una lista de todos los trabajos, exámenes y entregas con sus respectivas fechas;
- priorizar las actividades ordenándolas según su importancia;
- identificar las horas de mayor energía y planificar las tareas y actividades que exigen mayor esfuerzo en esos horarios;
- reservar los horarios de menos energía para el descanso y las actividades más relajadas.
- Elaborar un horario realista que incluya tiempo diario de sueño, comidas, vida social y ejercicios y/o relajación y que incluya el tiempo de estudio por materias concretas (1 hora de ciencias sociales, 1 hora de matemática...)
- Poner a prueba el horario diseñado: ajustarlo tras ponerlo a prueba por una semana.
- Observar y estimar con precisión el tiempo que lleva cada una de las actividades que se realizan.
- Estudiar siempre a las mismas horas y en un mismo lugar favorecerá el nivel de concentración y el rendimiento, ya que irá creando un hábito.
- Asegurarse de estudiar un número de horas suficiente como para aprobar los exámenes, sin agobios y prisas de última hora.
¿Sabías que descansar hace muy bien a tu estudio?
Las sesiones de estudio para una misma materia no deberían exceder de hora y media seguida, salvo en caso de examen. Es bueno un pequeño descanso y, luego, cambiar de materia o actividad, dejar de estudiar y hacer deberes.
La técnica de los egipcios
¿Sabés cómo hicieron sus pirámides? Trabajando duro y tomando breves descansos muy seguido.
Paso uno, antes de irte a dormir, hacé una lista con todas las cosas que vas a tener que hacer al día siguiente.
Paso dos, durante el día, seguí la lista de tareas que armaste la noche anterior y agregá aquellas nuevas tareas que te hayan surgido.
Paso tres, asignale a cada tarea cuántos egipcios vas a demorar en cumplirla. ¿Qué es un egipcio? Un espacio de 25 minutos de corrido en los que vas a prestar toda tu atención solamente a la tarea que estás haciendo.
Paso cuatro, cada vez que se cumpla un egipcio, regalate una pausa de 5 minutos libres para despejarte y relajarte.
Paso cinco, andá tachando todas las tareas que pusiste en tu lista la noche anterior en la medida en que vayas cumpliéndolas (y pedíle a mamá y papá que te regalen una golosina cuando las cumplas todas)
Por ejemplo: la tarea de ciencias sociales me va a demandar dos horas, o sea 5 egipcios. Me voy a poner un reloj en mi escritorio y voy a empezar con la tarea muy concentrado. Siempre que pasen 25 minutos, voy a dejar de hacer la tarea y voy a aprovechar para merendar, ir al baño o salir al patio. Pero OJO, a los cinco minutos, voy a volver a hacer la tarea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario